Organizar una reunión en Buenos Aires, más allá de la escala, suele representar un lío. Buscás que todo salga perfecto, pero la logística resultan agotadores. Y en el corazón de todo buen evento está la propuesta gastronómica. El dilema es el de siempre: o te pasás dos días en la cocina y te perdés tu propia fiesta, o terminás pidiendo